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La acción social se sube a escena. El Teatro como herramienta de reinserción

Cuan importante es sentir que pertenecemos a un grupo o colectivo de algo, da igual la índole o el número total de esa masa. La sociedad tiende a relacionarse entre ella, dentro del régimen individualista que pondera y hace eco en nuestros días. El ser humano es social y, por tanto, interactuamos entre nosotros, algunos mejor que otros, o al menos con más educación que otros, permitidme la pullita. Por eso, es importante tener en cuanta los enclaves que profesiones como el trabajo social o la educación social realizan y es que, a veces, tendemos a desviarnos del camino correcto, o al menos del camino que se nos ha marcado como correcto. Y tras ese desvío, en ocasiones, la tragedia está confirmada. Os preguntaréis a santo de qué viene toda esta palabrería.

Veréis, antes de que la pandemia nos rindiera esta pausa en nuestras vidas frenéticas, yo comencé un voluntariado en el centro penitenciario de la ciudad Jaén. Tras un período previo de formación, talleres y coloquios – puesto que si recordáis yo soy historiador del arte, por lo tanto, antes de emprender esta aventura debía adquirir ciertas nociones básicas para desempeñar la tarea de la forma más apta posible – tuvimos que realizar un taller que íbamos a desarrollar dentro del centro, para los reclusos, con el objetivo de reinsertarlos en la sociedad y enseñarles cosas nuevas, o al menos, mostrar nuevos puntos de vista. En mi caso, junto a mi compañera, realizamos un taller que trataba sobre el arte y la educación social. Nuestro fin era enseñar y divulgar el arte desde el punto de vista de las mujeres artistas, solo mujeres artistas. A través de las pinceladas, cincel, videoarte, etc. de estas, repito, mujeres artistas, pudimos enseñar a un grupo de internos del centro penitenciario que las mujeres en el arte existían, y que como ahora, habían tenido que luchar como jabatas para hacerse notar, pero lo consiguieron.

Y os volveréis a preguntar… qué tiene que ver esto con el teatro y performance de tu sección, pues sinceramente, nada, pero me ha servido para introducir el tema que os propongo como lectura para este mes. El teatro como herramienta para la reinserción de la sociedad. A partir de las relaciones establecidas entre el hombre, la mujer y la realidad, el teatro comenzó a convertirse como un laboratorio de análisis sociopolítico en el cual, el arte era la forma explícita y específica para crear de una forma rápida y concisa la conciencia social en aquellos que la necesitaban. ¿Realmente sabes vivir? ¿y convivir entre los seres humanos? El arte dramático de principios de siglo XX comprendía en las relaciones sociales una delimitación propiciada por las estructuras jerárquicas sucedidas por los estamentos sociales, la economía e incluso la política. Así pues, el teatro no se iba a conformar con ser un mero instrumento catártico o mediático en el que, como agente activo, se dirigiese ante la búsqueda de aquello que denominamos como causa y efecto frete a conflictos sociales. La búsqueda de la solución.

De esta manera, conseguimos que en personas que están cumpliendo pena en lugares como la cárcel se aproximen a intentar crear nuevas respuestas, expresar y ser partícipes activos, de nuevo, en la sociedad. La practica sociocultural del teatro permite por tanto, crear la emancipación del individuo dentro del colectivo a la hora de preparar e interiorizar su propio personaje, pero a la vez, en el mundo del teatro, la escucha y el tener siempre ubicado al resto de compañeros y compañeras en escena es la clave fundamental. Por ello, en el teatro se trabaja tanto el personaje de forma individual, en tanto en cuanto a crear personalidad, voz, gestos y movimiento escénico dentro del escenario, como la forma concreta en la que dicho personaje ha de moverse por el escenario y conjugar de manera armónica con el resto del elenco. A este tipo de teatro se le puede llamar “de la inclusión” puesto que se ha pensado como un encuentro transdisciplinario, en el cual se pone de manifiesto los derechos humanos, la acción social, etc.

Los profesionales del Trabajo y Educadores Sociales expresan con inquietud el deseo de unirlos de nuevo a la colectividad humana, errando el pasado y focalizando un nuevo futuro alejados de todo aquello que en su día les hizo apartarse de los cánones de lo correcto.  Por este motivo, aquellos meses prepandémicos, por aquel entonces aún finalizando mi carrera en Historia del Arte, me aventuré a formarme en este mundo, porque, aquellos que me conocen saben que repito mucho, a diario prácticamente, dos frases:

  • Que el arte nos salve de la vida de Bob Dylan
  • El arte sana y cura

Y es que la vida nos pone a prueba y tanto a mí como a mi entorno, la vida me ha demostrado que es cierto y creedme no hay nada más reconfortarle que ver como personas que en su día (permitidme la vulgaridad) se jodieron la vida, por el motivo que sea, ansían el deseo de volver a recuperar sus vidas, sus familias, etc. Y sobre todo necesitan que una vez reinsertados en la sociedad se les mire como a uno más y no se les juzgue, porque errores comete todo el mundo y ninguno es nadie para juzgar al prójimo.

El arte y, consecuentemente el teatro son la manifestación histórica y la máxima representación de las adversidades. A lo largo de la historia el arte ha servido como medio para emitir y expresar las emociones, los sentimientos, los acontecimientos, tanto los buenos como los malos, puesto que son parte de la vida del hombre, la mujer y la cultura social.

El mundo que habitamos se fragua de diferentes aspectos y campos de intervención, en la disciplina del Trabajo Social, el teatro es utilizado como elemento reinsertivo, como ya se ha mencionado anteriormente. Aunque es necesario potenciar este sistema de ayuda puesto que la oferta que encontramos es bastante escasa. La escuela CTO Pa’tothom cuenta con una escuela que ofrece cursos regulares (de septiembre a junio), trimestrales e intensivos. Si fijamos la atención en formación en Teatro Social dentro de las universidades encontramos una limitada oferta, en mi caso en la Universidad de Jaén, como os mencioné al principio en colaboración con el programa Cáritas, realizan voluntariados de este tipo. En la Universidad de Sevilla, me consta que también hay estudios que permiten formarte en este mundo que, de manera muy muy muy general os he mencionado.

Y esto es todo por este mes queridos y queridas lectores y lectoras de Arto & Claro. Sin duda alguna este año está siendo complicado también, la luz se ve al final del túnel, pero aún cuesta alcanzarla. Este mes para despedirme, entre otras cosas he escogido este tema porque considero que el ser humano se está yendo a la deriva, estamos sumidos en un caos social bastante considerable y notorio. Esto está afectando a nuestra integridad física y mental tanto de manera colectiva como individual. Desde este espacio en el que se me brinda voz quiero reivindicar la injusticia que se están cometiendo ante colectivos y grupos minoritarios de esta nuestra sociedad de primera mitad del siglo XXI. Lo acontecido hace unas semanas con el joven Samuel nos demuestra que todos y todas debemos de reinsertarnos en la sociedad de nuevo. Los colegios, los institutos, las universidades, deberían implementar entre sus enseñanzas y lecciones educativas y temas que ayuden a la sociedad a comprender y a convivir en armonía respetando todo y a todos y todas. Temas como: Sexo, porno, ETS, LGTBIQ+, feminismo, ir al psicólogo, relaciones afectivas y amorosas, etc. Es importante educar, que no persuadir, a la sociedad desde la trasparencia y la realidad. Edulcorar las cosas supone nada más que conflictos y a la larga problemas.

Pido disculpas si en algún momento de mi narración he empleado algún término inapropiado o quizá haya entrado en temas complejos y de gran debate. Nada más lejos de la realidad, con estas líneas he intentado emitir el discurso a favor del teatro como herramienta una vez más útil y sanatoria para el ser humano, además de desvelaros alguna que otra cosilla o inquietud mía, como lo ha sido la historia de mi voluntariado. Espero que hayáis aprendido algo o al menos reflexionad y sobre todo y realizad el ejercicio de la introspección. ¿Realmente se vivir? ¿y convivir entre otros seres humanos?

Telón final.

The show must go on

El espectáculo debe continuar

Nicolás Gallego Fernández

Bibliografía:

Hernández González, Israel. El teatro como herramienta en el trabajo social. Madrid, Universidad Complutense, 2012.

Muñoz-Bellerin, Manuel, Cordero-Ramo, Nuria. La creación colectiva teatral. Método de acción social y resistencia con el colectivo de personas sin hogar en Sevilla, España. Sevilla, Universidad Pablo de Olavide, 2016

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