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La educación, principal motor para entender y conservar el patrimonio.

La base lo es todo. El aprender comportamientos, acciones, saber observar, nos da las pautas necesarias para afrontar nuestro día a día en comunidad. Desde muy pequeños, y ya cuando tenemos la capacidad de saber entender, nos dejamos llevar por aquello que aprendemos de nuestro alrededor, imitamos y con ello, adoptamos unas pautas que repetimos constantemente en ciertas situaciones. Pues bien, igual que esto es necesario a ciertas edades en las que los niños comienzan a formarse, también lo sería que esa formación fuera cargada de otros estímulos; saberes que hicieran posible a ciertas edades un buen conocimiento de lo que nos rodea.

En el artículo de este mes, os invito a que me acompañéis para pararnos a analizar cómo se está llevando el tema del mundo patrimonial en la educación. Y me refiero a la educación en todos sus ámbitos y edades. “Nunca es tarde si la dicha es buena”, como dice el dicho, siempre será bienvenido aquel que quiera empezar a valorar, o mirar con otros ojos de interés el patrimonio que le rodea.

Muchos de los hechos acontecidos sobre nuestros bienes patrimoniales vienen condicionados por la falta de empatía y aprecio que se debe de tener a  “eso” que no es tuyo, y que por lo tanto hay que cuidar. Aquí es donde entra con fuerza el tener una educación con respecto a esto, que nos inculque desde edades muy tempranas esa sensibilidad para saber  apreciar el entorno patrimonial y todas las obras de arte que nos podamos encontrar.

El sensibilizar es la clave para acercar de una manera más humana el patrimonio artístico, y hacerlo de formas dinámicas y amenas, es decir, causando curiosidad, creando preocupación por querer saber más, es la manera más idónea en estos casos para conseguirlo. Actualmente, en colegios e institutos donde la educación sigue siendo obligatoria, el tema patrimonial, se ve más bien de poco a nada. En colegios se llevan a cabo actos que se podrían considerar culturales, como el Día de Andalucía, donde sí que se recalcan algunos de los monumentos más característicos de nuestras provincias andaluzas. Pero fin. De ahí al año siguiente, nada más se habla de nuestro patrimonio. Solamente en los institutos y si cursas algunas asignaturas que tejen sus temarios en estos temas, darás conocimientos históricos-artísticos y conocerás algo más en profundo el patrimonio. A partir de ese momento, que continúes o no formándote en este ámbito, ya es elección propia. Paralelamente, no quiero dejar de mencionar que dentro de una familia la educación que adquieras también es importante; hay que fomentar este hábito por la curiosidad, no todo es competencia de la enseñanza obligatoria. 

Como vemos, a no ser que a partir de cierta edad tengas las ganas, el ánimo y la curiosidad por embarcarte en querer saber más sobre el arte que te rodea, probando especialidades y carreras artísticas, o histórico-artísticas, o  siendo curioso e investigador en tus ratos libres, nada más te llegará a no ser que te intereses. Así que, llegados a este punto, podemos comprender que en realidad el adquirir el conocimiento necesario para saber qué es lo que tenemos enfrente de nosotros cuando observamos un monumento, es complicado, ya que no todos tenemos la información necesaria para comprenderlo.

Podemos decir que las cosas fallan desde la base, no hay una correcta  educación como para evitar actos vandálicos, o que derriben un edificio histórico en desuso, sea de la índole que sea, porque cueste más restaurarlo, o prevenir que ciertos inmuebles acojan nuevas funciones que no le beneficia porque los descontextualizan, y hacen perder la monumentalidad que deberían conservar. Así como prevenir expolios, o dejar algo olvidado y que poco a poco se vaya perdiendo, y que nadie dé la voz de alarma. Es ahí donde está el error. Pero me reitero, esto falla porque en la base de la educación, tanto familiar o  cuando nos formamos en enseñanzas obligatorias. No nos muestran todo lo que nos podría aportar el saber sobre el patrimonio de nuestra ciudad o pueblo, así como el de otros lugares que nos rodean (que por cierto, están muy comunicados de manera histórica y artística), el de otras provincias de España y otros  países. De esta manera, nos inculcarían distintas visiones y puntos de vista; en definitiva, acercándonos más al arte, sabiendo valorar lo que tenemos.

Pero no todo a estas alturas se está llevando por las mismas sendas de la enseñanza. Cada vez más, algunos colegios están fomentando el saber de todo aquello de donde venimos, y todo aquello que conservamos. Aquel arte que es coetáneo a nosotros. Un ejemplo de ello son las excursiones que congrega el Centro de Interpretación “PaleoMágina”.

Excursiones de niños visitando el centro «PaleoMágina». Fotografías pertenecientes al Centro de Interprestación «PaleoMágina» y al Ayuntamiento de Bedmar.

Son muchos los colegios que van a realizar allí las visitas y son recibidos de manera dinámica, ofreciéndoles toda la información de forma curiosa y entretenida sobre cómo son nuestras Sierras y el patrimonio que escoden. Es una magnifica forma de comenzar a apreciar a edades muy pequeñas, todo aquello que nos rodea.

De igual manera, asociaciones encargadas de dar la voz de alarma, están día a día trabajando en pro de la concienciación social para nuestro patrimonio. Sin descanso, organizan asambleas y llevan de un lado a otro especialistas en distintas disciplinas, que nos ponen al día de manera gratuita sobre todo lo que acontece en relación a temas patrimoniales. Es el caso de “Hispania Nostra”, que en estos días ha estado organizando las “II Jornadas de Patrimonio en Alcalá la Real”. Al golpe de un click vía online, o asistiendo personalmente a las salas, podremos estar informados y cercanos a este mundo.

Izquierda. Cartel «II Jornadas Hispania Nostra en Alcalá la Real». Derecha. Fotografía propia de la asistencia esta semana a las jornadas. Ponencia de la Policía Nacional.

Lo importante es que nos mantengamos alerta, que sepamos valorar y respetar lo que nos rodea, con más o menos conocimientos, pero respetando. Evitar los actos vandálicos es la piedra angular que a todos nos conviene. Porque, recordad, el patrimonio es de todos.

Natividad Poza Poza. Conservadora y Restauradora de Bienes Culturales.

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